Te miro.
Las cosas que te he dicho, te dije y están por decirte caen de nuevo por su propio peso.
Recuerdos.
Y lo que sentimos no basta.
Dolor.
Y es que cada vez más opto por pensar que no existe una salida fácil.
Suspiros.
Ya no queda esperanza, ilusión o sueños que no dependan de ti...

Nunca vuelvas a los lugares donde fuiste feliz. Corres el riesgo de comprobar que las calles no eran tan anchas, ni las montañas tan altas, ni el mar tan profundamente azul. La memoria tiene el mágico poder de embellecer selectivamente los recuerdos mas queridos. Volver sería algo así como descubrirle el truco al mago; y lo peor de todo es que la única magia estuvo en tí.